Si hay alguien que sabe de estas cosas es Raúl Belcuore. Cuando decimos “estas cosas” no es del básquet en sí, sino de procesos, de manejo de planteles, de éxitos y fracasos, de tiempos, de profesionalismo y amateurismo, de selecciones y de clubes chicos.
Con más de cuatro décadas de trayectoria, primero como jugador y luego como entrenador, Raúl tiene chapa suficiente para dar cátedra. Sin embargo no lo hace notar, porque si hay algo de lo que nunca se aparta es de su humildad y trato respetuoso.
En diálogo con Radio UNO Arrecifes (107.1), la pregunta que más le tocó responder fue qué lo llevó a aceptar dirigir las divisiones formativas de Ricardo Gutiérrez después de tantos años de ser un referente en el país.
Por si alguien no lo sabe, entre otras cosas, Belcuore dirigió en 14 campeonatos argentinos representando a la provincia de Buenos Aires y llevó a Pergamino a un hecho histórico: ganar el Provincial de Selecciones en 1985 superando en la final nada menos que a Bahía Blanca, la meca del básquet nacional.
“Acepté fundamentalmente por la pasión que siento por este deporte pero también porque Ricardo Gutiérrez me dio todo para mantener mis ganas de seguir dirigiendo. De hecho, hasta me propuso venir a vivir a Arrecifes, donde estoy desde marzo y es una ciudad que me gusta mucho. Yo ya había dirigido a Gutiérrez, pero ahora me encontré con una institución ejemplar, con una comisión directiva encabezada por mujeres que no para de trabajar y lograr progresos para el club. Sinceramente, yo nunca había arreglado con mujeres en ninguno de los tantos club por los que pasé, pero ellas me mostraron seriedad, respeto y ganas de aprender si no saben demasiado de básquet; me dieron tranquilidad y libertad para trabajar y tienen un objetivo bien claro, que es darle oportunidades a los chicos de Arrecifes y que la institución crezca”, elogió Raúl.
Respecto del cambio que muestra el equipo de primera división, pasando de no poder ganar durante ocho fechas y sumar diez derrotas en la fase regular a estar peleando mano a mano la serie de cuartos de final con el ganador de la Zona A, Gimnasia, el entrenador no pudo obviar detallar el proceso:
“Yo entrenaba a las categorías formativas, y por la ida de Paqui Bóveda (un amigo al que respeto mucho), me propusieron dirigir la Primera. Varios jugadores importantes se habían tenido que ir por trabajo o estudio y nos quedó un plantel muy corto. Encima, Ramiro Sáenz se operó y Owen Ciutto tuvo una lesión larga. Con los chicos del club afrontamos esta etapa tratando de que vayan adquiriendo experiencia, muchos de ellos debutando; sabíamos que no iba a ser fácil, pese a que esperábamos mejores resultados”, reseño.
“Incluso, hace unos meses estaba pensando en dejar la dirección técnica, ya que tener a los chicos y a la primera división es una carga muy grande de trabajo y los resultados no llegaban. Y en el básquet como en cualquier otro deporte mandan los resultados; si no, ustedes quizás no me estarían haciendo esta nota ahora”, graficó con su sobrada experiencia.
Este miércoles el Tricolor tiene que definir la serie de cuartos de final en Pergamino, habiendo llevado a Gimnasia a un tercer juego luego de ganarle en Arrecifes. Y pronosticó: “Gimnasia es un gran equipo pero nosotros demostramos estar a la altura. En el primer partido, en Pergamino, habíamos sacado una diferencia importante pero no la pudimos conservar y nos empataron. En el alargue, ellos lo cerraron mejor, aunque creo que fue la mejor actuación de Gutiérrez en este proceso. En Arrecifes el trámite fue diferente, siempre punto a punto y pudimos ganarlo nosotros. Creo que la serie se va a definir por detalles y pasará el equipo que menos se equivoque en ese sentido”.
“Tengo mucha fe en mis jugadores y en el plus que tienen por sentir realmente la camiseta. La identificación con el público es magnífica, como se vio el domingo en el Chopo Montardit. No digo que en un futuro no podamos traer algún refuerzo de afuera -si la comisión así lo decide-, pero no se grita igual un gol de Santi Nomdedeu o de Ramiro Sáenz, por ejemplo, que el de un jugador de otra ciudad. Ese aspecto, y que vamos de punto, quizás sean las ventajas que podamos tener en cancha de Gimnasia. Son ellos los que tienen el compromiso de no quedar afuera; nosotros estamos muy conformes con lo hecho hasta acá”, analizó.
Y continuó: “Como desventaja, encuentro que ellos tienen jugadores que entrenan con Pergamino Básquet y tienen otro ritmo. Pero más que el juego en sí, quizás influya el ambiente y el arbitraje. No digo que favorezcan a nadie en particular, pero sabemos (y lo he vivido de los dos lados) que ante la presión, en pelotas divididas quizás pitan más a favor de los equipos de Pergamino. Aunque ojo que nosotros vamos a llevar mucha gente de Arrecifes también. En el primer juego casi había más de Gutiérrez que de Gimnasia. Pero ahora es diferente porque es una final: uno sigue y el otro queda afuera”.