Fue 2 a 1. Pudo ser 3 o 4 a 0 y también 2 a 2 en el final, cuando Dibu Martínez tapó un impresionante mano a mano.
Guiados por una enorme actuación del mejor jugador del mundo, que abrió el marcador, el equipo argentino superó con total justicia a Australia en base a seriedad, entrega y momentos de muy buen juego.
Lionel Messi la rompió de principio a fin, puso el 1 a 0 cuando el partido estaba muy cerrado en el primer tiempo y le cedió dos mano a mano a Lautaro Martínez, que no pudo definir con certeza.
Julián Álvarez metió el segundo en una definición impecable luego de que Rodrigo De Paul, que dejó la vida en cada pelota, presionó la salida de los australianos y obligó al error del arquero.
Todos metieron, todos jugaron, sin puntos flojos en los 16 que pisaron la cancha. Lo mismo que la hinchada que colmó el estadio, pintando a Qatar con los colores argentinos y generando una enorme emoción entre los jugadores. Es una ida y vuelta pocas veces visto entre una Selección que contagia al público y el público que contagia a la Selección.
El próximo compromiso de la Argentina es el viernes 9 a las 16:00 contra Países Bajos (Holanda), que le ganó 3-1 a Estados Unidos. Partido a partido, se puede seguir soñando. Llegamos al quinto de siete.