La semana pasada, la ministra de Desarrollo Social de la Nación, Alicia Kirchner, invitó a Tana Di Palma a su despacho. Allí, charlaron sobre la labor que la arrecifeña viene realizando en nuestra zona en la órbita de ese ministerio y de su precandidatura a intendente de Arrecifes.
En este sentido, la hermana del ex presidente Néstor Kirchner le dio todo su respaldo a Tana y se puso a su disposición desde el lugar donde le toque estar después del 10 de diciembre, pero más allá de lo oficial, le transmitió su apoyo en lo humano, en virtud del aprecio mutuo que estas dos mujeres luchadoras se han ganado.
A la hora de pensar en los próximos cuatro años de Arrecifes, éste no es un detalle menor. El estrecho contacto que Tana y Marcos Di Palma mantienen con los más altos funcionarios nacionales y provinciales, y las numerosas y manifiestas muestras de apoyo que reciben, habla a las claras de la enorme oportunidad de que nuestra ciudad reciba la atención que necesita para salir del pozo en que se encuentra.
Desde que Daniel Scioli eligió a Marcos Di Palma hace más de un año para que lo acompañe en su recorrida por todo el país y la enorme confianza que le dispensa, Marcos y Tana han comenzado a gestionar por su ciudad y siempre han sido bien atendidos y con respuestas positivas. La apertura y excelente predisposición de los ministros de Scioli y de los funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, es de destacar. Los Di Palma se han ganado ese lugar trabajando con lealtad y convicciones, sin pedir nada a cambio y gestionando para su comunidad y no para ellos.
Claro que la necesaria transformación de Arrecifes no puede hacerse desde afuera ni en soledad. Es la Municipalidad a la que le corresponde y la que tiene las herramientas, y es la gente la que debe darle su respaldo para lograrlo. El voto del pueblo es soberano e indiscutido, y en consecuencia decidirá qué Arrecifes quiere para los próximos cuatro años.