Agustín Canapino afrontará este fin de semana, en Texas, el desafío más importante de su carrera automovilística, incluso más dificultoso que su enorme salto del Turismo Carretera al IndyCar, sin escalas.
El arrecifeño correrá, en la segunda fecha del año, en un óvalo de los más veloces del mundo, por primera vez con autos de esta potencia y a 370 km/h de velocidad rueda a rueda con otros 26 competidores.
Tras haber regresado el pasado fin de semana a la Argentina, Agustín voló directamente de Buenos Aires a Texas, donde ya se sumó a los trabajos del Juncos Hollinger Racing previos a este compromiso.
Hace dos semanas, Canapino cumplió con las obligatorias pruebas de suficiencia que se le exigen a los debutantes en IndyCar para correr en el óvalo. Lo hizo en el mismo circuito de Texas y marcó el mejor tiempo entre los tres pilotos que rindieron exitosamente la prueba.
Este circuito está repavimentado y rediseñado, cuenta con 20 grados de peralte entre las curvas 1 y 2, y 24 grados en las curvas 3 y 4. Tiene un recorrido total de 2.400 metros y cuatro curvas. La cantidad de vueltas de carrera son 200. El récord lo tiene Paul Tracy, con un tiempo de: 0:22:542.
Carrera 13:15 hs.