(VIDEO) La carrera artística de Adrián Charras no tiene techo, pese a haber logrado en los primeros días de este 2019 lo máximo a lo que puede aspirar un músico.
El arrecifeño integra nada menos que la Trova Rosarina, el movimiento que en los años ’80 supuso una verdadera renovación y escribió uno de los más importantes capítulos de la música argentina.
Adrián acompaña en teclados a Juan Carlos Baglietto, Silvina Garré, Jorge Fandermole, Adrián Abonizio, Rubén Goldín y Fabián Gallardo, auténticos íconos de la música popular nacional.
Hace pocos días descollaron en Cosquín, por ejemplo, y este domingo lo hicieron también en el Teatro Colón de Buenos Aires, en el escenario más jerarquizado del país y uno de los más importantes del mundo, con localidades agotadas.
Es la merecida concreción de un sueño para el excelso músico de nuestra ciudad, ya el más destacado de la historia de Arrecifes.
En las plateas, observándolo con emoción y orgullo, estuvo su padre, Don Roberto Charras, músico de antaño que lo inició en esta pasión. Fue acompañado por otra gran artista, la pergaminense Verónica González, amiga personal y compañera de Adrián en varios proyectos musicales.