Este año, LPF Medicina Prepaga | Medicina Integral, los planes de salud de Grupo La Pequeña Familia cumplen 20 años. En diálogo con el Dr. Marcelo Iurescia, Gerente Prestacional de la cobertura médica, pudimos hacer un recorrido por todo lo acontecido hasta hoy.
-En noviembre, los Planes de Salud del Grupo La Pequeña Familia, cumplen 20 años ¿Cuánto de todo lo que se imaginó en el inicio se pudo concretar en estos años?
–En realidad llevo 20 años en el plan de salud y casi 27 en la empresa, desde que abrió la Clínica; difícil imaginar lo que iba a pasar, era toda una apuesta pero un proyecto creíble sobre bases sólidas. Si hubiese realizado una lista de objetivos a concretar, creo que me quedarían muy pocos para cumplir pero esos pocos hoy tienen la misma motivación que 20 años atrás.
-Habiendo crecido en tantas localidades ¿Cuál es el potencial que hace que los afiliados sigan eligiendo a LPF?
-El potencial principal siempre fue el respaldo de la Clínica, a eso le sumamos: confiabilidad, respeto y mucha atención a los afiliados que depositaron su confianza en nosotros y creo que no le hemos fallado, habiendo insertado en el mercado de la salud muchas personas que carecían de cobertura seria y responsable en Junín y la zona.
-Teniendo en cuenta los convenios tanto con los profesionales como con los círculos médicos ¿Qué beneficios tienen los afiliados?
Siempre intentamos realizar convenios con todos los prestadores e instituciones de las distintas localidades en las cuales estamos presentes y dejamos a los afiliados la libre elección, eso indudablemente es un gran beneficio al permitirsele atender libremente dentro de la red.
-A lo largo de estos 20 años el sistema de salud tuvo que atravesar muchos desafíos ¿Qué mantiene a LPF posicionado entre las mejores coberturas de salud de la zona?
Resolver la problemática del Sistema de Salud argentino es extremadamente complejo y no se logra de forma individual. Estar entre los mejores solo se logra con el alto nivel de profesionalismo de los mandos medios y gerenciales y el alto compromiso y sentido de pertenencia de todos los empleados que trabajan permanentemente en pos de la mejora continua.
-¿Qué impacto o repercusión ha tenido en las prestaciones y por ende en el servicio en general, los cambios que ha sufrido el PMO en los últimos años?
El PMO (Programa Médico Obligatorio) es un menú de prestaciones básicas que todas las obras sociales y medicina prepaga tienen la obligación de garantizar para todos sus afiliados. Pero si analizamos que el PMO tuvo su origen en 1996 y luego se reformuló en el 2002 no podemos dejar de considerar que está totalmente desactualizado más allá de las distintas incorporaciones que se han ido realizando.
Hoy deberíamos estar hablando de “una canasta básica de prestaciones” que garanticen una cobertura universal y equitativa, lamentablemente esto no ocurre y lejos de haberse mejorado, empeoró; hoy se gasta mucho dinero en prestaciones de baja o nula eficacia, motivado esto en gran parte por la presión de la industria y la judicialización creciente que origina disminución de los recursos para brindar prácticas de alta eficacia a un mayor número de personas.
-¿Cómo resumiría el último año que estuvimos atravesando una pandemia?
–Año difícil y este que transcurre también. Desde el punto de vista de la empresa debo decir que nos veníamos preparando para garantizar el acceso de los afiliados a las prestaciones y lo logramos, teníamos en claro algunas semanas antes que se iba a cerrar todo, lo cual finalmente ocurrió y por lo tanto debíamos trabajar de una manera para la que no estábamos preparados.
El trabajo en equipo fue fenomenal, preservando al personal, adaptando cada localidad a las variables epidemiológicas que iban ocurriendo y estableciendo distintas normas de trabajo acorde se iban modificando en el país.
Fue y es muy difícil pero aprendimos, crecimos y logramos mantener un alto nivel de servicio.
-Después de tantos años en la empresa ¿Cómo es trabajar en LPF? ¿Qué hitos marcaron estos años?
–Cada lugar de LPF es como si fuera mi casa, me dio la oportunidad de desarrollarme profesionalmente y desde lo personal me permitió conocer mucha gente, creo que los vi llegar a todos y lamentablemente por distintas razones, algunos ya no están. Poder ver cómo se iban cumpliendo todas las metas de crecimiento y como se iba posicionando la marca a nivel local, regional y nacional, me llena de orgullo.
Pasamos muchas dificultades pero todas se fueron resolviendo, es una empresa con un gran nivel de resiliencia. Ya dejó de ser La Pequeña Familia para ser una gran familia.
-¿Qué desafíos quedan por delante?
– Si algo caracterizó al plan de salud es que siempre se está proyectando algo nuevo, este es un momento de altísima crisis socio-económica pero tenemos un gran desafío por delante: que es dar lo mejor a los que confían en nosotros y seguir creciendo.