El 18 de febrero de 1812, a pedido de Manuel Belgrano, el Primer Triunvirato instituyó la escarapela nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata, blanca y azul celeste. El Día de la escarapela, como 18 de mayo, fue instituido por el Consejo Nacional de Educación, en el año 1935. El origen de los colores y las razones por las que fueron elegidos no pueden establecerse con precisión.
Según el ministerio de Educación de la Nación, entre muchas versiones, afirma que los colores blanco y celeste fueron adoptados por primera vez durante las invasiones inglesas (1806-1807) por los Patricios, el primer cuerpo de milicia urbana del Río de la Plata y que luego empezaron a popularizarse entre los nativos.
Se dice también que la escarapela argentina fue utilizada por primera vez por un grupo de damas de Buenos Aires al presentarse a una entrevista con el entonces coronel Cornelio de Saavedra, jefe del regimiento de Patricios, el 19 de mayo de 1810.