Esta mañana toda una cuadra (literalmente) amaneció con basura desparramada sobre la vereda. Fue la de calle Escribano Risso entre Merlassino y Santiago H. Pérez, y es sólo una muestra de lo que ocurre a diario por toda la ciudad de Arrecifes.
No es culpa del servicio de limpieza de la Municipalidad ni es culpa de los perros, que tienen un instinto natural de revolver donde huelen comida. La responsabilidad es nuestra, de los vecinos, los teóricamente más evolucionados racionalmente que los animales.
Lamentablemente muchos arrecifeños dejamos las bolsas de basura en cualquier lado, generalmente sacándola por las noches creyéndonos que nadie nos ve. Evitamos el frente de nuestras casas y las colocamos en el de los vecinos, en las esquinas, en algún terreno baldío; todos sitios donde no corresponde.
Pero la suciedad se observa al amanecer, y perjudica al resto: a los vecinos que tienen que salir a juntar la basura de algún irrespetuoso y también a los trabajadores municipales. ¿O nos creemos con derecho de que otro tenga que limpiar la mugre que nosotros generamos?
Si no tenés un cesto contenedor, basta con colocar un clavo en el frente de tu casa y dejarla fuera del alcance de perros y evitando que la desparrame el viento. En esto no hay excusas: somos dejados. Y después reclamamos por una ciudad limpia…