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Yo, Jorge Luis Abaca, deseo hacer pública mi indignación por lo que considero un grave hecho de desatención hacia mi hermana, María Angélica Abaca, en la Guardia del Hospital Santa Francisca Romana, y pido explicaciones por lo sucedido.
En la medianoche del sábado 30 de enero, en una ambulancia del Sistema Solidario Colectivo del Sindicato de Trabajadores Municipales, para el cual trabajo, llevo a mi hermana, de 62 años de edad, desde su casa al Hospital Municipal con un fuerte dolor en el pecho y en un brazo, y se le estaba durmiendo la mandíbula.
La reciben en la Guardia, aproximadamente a las 00:30 del domingo, donde la atiende la Dra. Valeria Paradot. No le realizan ningún tipo de estudios ni la sacan de la Guardia. Solo le colocan un relajante inyectable y a las 2:15 la mandan de nuevo para su casa.
Producto del calmante que le colocaron, ella se queda dormida en su cama. Aproximadamente a las 10:00 del domingo, su hija la despierta y le ofrece hacerle un té. Mi hermana preguntó qué le habían dado en el Hospital porque sentía como que se desvanecía. Mi sobrina no alcanza a prepararle el té y mi hermana se desmaya.
Nuevamente la ambulancia del Sistema Solidario la lleva al Hospital, donde la internan y la pasan a Terapia Intensiva.
Desde allí, a las 12:00 nos dan un informe de su evolución y antes de las 14:00 nos dicen que había fallecido.
Por esto que relato, pido públicamente que se me informe qué paso y por qué no se le brindó la atención debida. La pérdida de mi hermana es irreparable, pero al menos quiero que se haga justicia por ella.
Jorge Luis Abaca – DNI 16.794.988