El oficialismo de Cambiemos impulsó y aprobó este viernes en el Concejo Deliberante un cambio en el Código de Nocturnidad de Arrecifes vigente desde el año 2018 (modificado en 2014), autorizando desde ahora a los boliches bailables de la ciudad a abrir sus puertas solamente los viernes, sábados y vísperas de feriado.
La medida, indudablemente, apunta al local bailable Moma, el único en Arrecifes que funcionaba fuera de esos días.
Ni bien se conoció la noticia, Sebastián Félix, abogado de Moma, publicó: “Veremos qué dice la justicia sobre la afectación de una garantía constitucional como es el derecho a trabajar y ejercer el comercio”, y anticipó que iniciarán acciones legales contra la Municipalidad.
Desde el oficialismo trascendió que “se adoptó esa modificación por muchas quejas de vecinos, que no pueden descansar los jueves a la noche, por ejemplo, cuando los viernes trabajan”, en un argumento polémico, que desnuda las propias deficiencias de control de la Municipalidad y acepta que no se cumplen las reglamentaciones.
Ni Moma ni ningún boliche deberían molestar a ningún vecino ningún día de la semana si se cumpliera el mismo “código de nocturnidad” que limita los decibeles en el volumen de la música, cosa que no se respeta ni se controla en ningún lado. Como sabemos que no se controla el ingreso de menores ni la venta de alcohol a los mismos. O no se mide con la misma vara a todos. Tampoco tienen más derecho a descansar los vecinos que trabajan los viernes, que los que trabajan los sábados o domingos. Porque con ese criterio, el oficialismo está aceptando que los fines de semana “sí se puede molestar”.
Los locales bailables, como de cualquier actividad, deberían cumplir las normas establecidas para no perjudicar a nadie y tener el derecho de decidir ellos qué días trabajan. De lo contrario, con esta errada disposición aprobada por los concejales de Cambiemos (los de Unidad Ciudadana se opusieron), debería, por ejemplo, impedirse a albañiles que trabajen en horas de la siesta voletando paredes, o a talleres mecánicos que generen ruidos.
También deja abierta una puerta a la confusión. ¿Qué pasa, entonces, con los shows musicales en vivo que distintos bares realizan en otros días que no sean sábados o domingos? Si es por la “molestia a los vecinos” tampoco podrían realizarlos. Y así se podría seguir con cientos de ejemplos.
Es raro que un Estado le indique a un particular qué días debe trabajar y qué días no. Con estas actitudes apresuradas y legisladas por casos particulares, se está exponiendo a nuestra Municipalidad (que en definitiva somos todos los vecinos) a enfrentar acciones legales que le demandarán gastos innecesarios.
Desde el 10 de diciembre, en que el oficialismo cuenta con mayoría en el Concejo Deliberante, se vienen repitiendo acciones ejecutivas y legislativas similares, quizás abusándose del gran apoyo que el pueblo arrecifeño le dio al oficialismo en las últimas elecciones.
Manejar el poder es un problema común en nuestros gobernantes (del partido que sean), que en la mayoría de los casos se confunden. Creemos que el pueblo votó en favor de la buena gestión que el intendente Javier Olaeta y su equipo vienen realizando desde diciembre de 2015, en la que se escuchó mucho a la gente y a la oposición. Considerar que es un “vía libre” para hacer y deshacer a su antojo los llevará a perder buena parte de ese respaldo.