El Club Social y Deportivo Villa Sanguinetti cumplió el último sábado con el acto de justicia más grande de su larga y rica historia.
En una sencilla y emotiva ceremonia, inauguró oficialmente el cartel que bautiza a su cancha con el nombre de Miguel “Negro” Benítez.
El Negro, que lamentablemente ya no está entre nosotros, dio su vida por el club que amó, trabajando incansablemente durante más de 30 años y siendo parte fundamental de que la Villa hoy tenga su propio campo de juego en cada vez mejores condiciones.
El Negro Benítez es sinónimo de Villa Sanguinetti y también de todo el fútbol arrecifeño, al cual se dedicó de lleno, con aciertos y errores pero con una gran generosidad y su recordado enorme corazón.
La cancha de la Villa no puede tener ningún nombre mejor que el que le han puesto. Es un gran acierto de la actual comisión directiva, que viene trabajando mucho y bien. “Hubiera dado cualquier cosa por compartir un minuto con él en el acto y no estar en su representación”, dijo emocionada su hija Jorgelina