Esta mañana Roberto Charras, vecino de calle Irlanda al 400, amaneció con la desagradable sorpresa de encontrar su Chevrolet Corsa con la luneta rota. El auto se encontraba estacionado en la puerta de su casa y alguien hizo estallar el vidrio con un objeto contundente, daño por el daño mismo.
El músico Adrián Charras, hijo de Roberto, hizo conocer el hecho a través de las redes sociales.
Repuesteros del rubro aseguran que esta condenable modalidad de rotura de lunetas (también de espejos) es prácticamente cosa de todos los días. Que no sería extraño que en los próximos días aparezcan más autos rotos en calle Irlanda y que luego será en otra calle.