Arrecifes cerró este domingo un fin de semana plagado de actividades con la Fiesta Provincial del Automovilismo, pero el deporte local tenía un título más para celebrar en la Cuna de Campeones y se lo quedó Villa Sanguinetti.
En horas de la noche se jugó una apasionante final de playoffs del Torneo Clausura, que si ganaba Villa le otorgaba la Copa Patricio Pellegrini y si lo hacía Palermo tenían que volver a enfrentarse en una final de campeonato.
En medio de una inesperada tormenta e intensa lluvia por momentos, el clásico de ruta 8 fue peleadísimo y de muy apretada definición, la más ajustada que podía darse: apenas un penal desviado.
Las emociones se vivieron en el segundo tiempo, cuando el duro Cervecero se quedó con uno menos por la expulsión del recientemente ingresado Genaro Duarte. No obstante, enseguida se puso en ventaja con gol de Agustín Lombardo, promediando el complemento. Faltaban tres minutos y parecía que el Verde estiraba la resolución del torneo, pero apareció Benjamín Díaz clavando un golazo al ángulo para poner el 1-1 final e ir a la tanda de penales.
La definición desde los 12 pasos fue 5 a 4, con sólo un remate desviado de los diez que se patearon. Por eso perdió Palermo: por nada. Villa ganó el Clausura por mucho, no en esta final sino por lo que hizo en todo el certamen.













