El último domingo de agosto el Hospital Garrahan trasplantó con éxito el corazón a un niño de 4 años, el hígado a una beba de un año y el pulmón a una adolescente de 13. Este histórico triple trasplante simultáneo pediátrico volvió a demostrar la calidad de la salud pública argentina y demandó un exitoso megaoperativo.
Desde la donación de órganos de una chica de 14 años lamentablemente fallecida en el Hospital Interzonal de Junín hasta las intervenciones en los tres pacientes a los que se les salvó la vida, participó un grupo interdisciplinario integrado por casi 100 personas. Entre ellas, una profesional arrecifeña cumplió un rol fundamental.
La Dra. Julieta Boo trabaja desde hace diez años en el Hospital Garrahan, en el Servicio de Medicina Transfusional. “Este servicio está dividido en distintas áreas de trabajo, entre las cuales se encuentra el sector de inmunuhematología, donde yo me desempeño. Actuamos en conjunto con todos los equipos de trasplante del hospital y mi función específica es el seguimiento inmunohematologico”, cuenta la médica arrecifeña.
“Es complejo explicar la tarea que realizamos, pero en síntesis son metodos de laboratorio interpretando médica y clínicamente cada patologia en particular y cuál va a ser su impacto inmunohematoliogico en el trasplante, segun el órgano que reciba el paciente”, detalla la Dra. Boo.
“No se conoce mucho, pero aparte de los grupos sanguíneos A, B, 0 y RH Hay más de 40 grupos que van a generar en el transplante inmunomodulacion en la sangre. Vamos haciendo un seguimiento pre y pos trasplante porque pueden generar anticuerpos o anemia a largo plazo que debemos prevenir. Mi función es tomar ese resultado de laboratorio y hacer la interpretacion médica para transmitir a los equipos de trasplante. Es algo muy específico”, cerró la hija de la recordada Dra. Silvia Farías de Boo.