Lo sucedido el 26 de noviembre del 2013 quedará en el recuerdo de los sampedrinos como uno de los días más tristes de su historia.
Esa jornada, un grupo de malvivientes, con apoyo y logística local, llegaron a la joyería Taibo con el propósito de robarla. Pero algo les falló porque una patrulla con los policías Gabriel Reyna y Patricia Melgar a bordo arribó en pocos segundos y abortó el hecho.
Los efectivos de la Comisaría local fueron al frente, como ellos mismos dicen cuando se refieren a algún compañero.
En cuestión de segundos la escena en el interior del comercio se invirtió, los sujetos abrieron fuego para herir de muerte a Reyna y dejar malherida a Melgar y Coronel, otro policía que llegó en un segundo patrullero.
Como en todos los casos aunque con menos trascendencia o exposición pública, detrás de la función de un policía hay una vida, hay una familia.
Patricia Melgar rompió el silencio y en el aire de FM Génesis se refirió a cómo son sus días hoy, como está su salud y como supera semejante trance.
“Cuesta recuperarse pero estoy muy contenida, la familia policial, mis hijos y mi marido, están todos conmigo, me están acompañando. Aparte tengo muchas ganas de volver, porque me hace bien y tengo apoyo de todos”.
“En cuanto a la salud y a las secuelas del hecho mi cuerpo está bien, los golpes ya no se ven pero queda lo más difícil por curar que es el alma. Yo tuve un corte en el cuero cabelludo y un golpe en el ojo que me produjo un gran hematoma”, relató Melgar.
“Tengo tres nenas, una de 14, una de 10 y una de un año y medio, que es la que me llena de fuerzas, y tengo a mi marido. Hace ocho años que estoy en la Policía”.
“De este tipo de hechos es el primero en el que me toca intervenir, he pasado por muchos casos pero como estos, de que nos haya pasado algo así, no. Es la primera vez y espero que nunca nos vuelva a pasar”.
“Este trabajo genera un riesgo constante, todo el tiempo estás rosando con este tipo de situación, pero algo así nunca nos había pasado”.
“En este caso estábamos muy cerquita de la joyería, estábamos a una cuadra del hecho.
Nosotros llegamos primeros porque estábamos en Mitre y Tres de Febrero. Reyna iba conmigo, en el primer patrullero, íbamos juntos”, dijo la mujer.
“Por eso es que los médicos me contienen, me recuperé bien, me siento mucho mejor a solo veinte días de esto, tengo mis altibajos pero eso se debe a lo que pasó, ya me dijeron que es mucho mayor el trauma para mí porque entré con él y salí yo sola”.
Sobre lo ocurrido ese día, Melgar sostuvo: “Yo en todo momento estuve consiente, desde que la ambulancia llegó recuerdo todo, ya veíamos y nos dábamos cuenta de que Gabriel no estaba bien, lo mirábamos a los ojos y nos dábamos cuenta, pero uno siempre tiene esperanzas de que se iba a recuperar”.
“Estar veinticuatro horas con el mismo compañero y circular siempre en el mismo móvil te lleva a conocer otras cosas suyas, conocés su vida, su familia, el tiempo te lleva a sentirlo como un hermano, uno siempre trata de cuidarlo y de cuidarse pero nunca nos había pasado algo así”.
“Gabriel era un excelente compañero, una excelente persona, siempre estaba, siempre iba al frente, nunca dudaba en defendernos, el siempre estaba preparado para combatir”.
“Era un compañero que siempre estaba de buen humor, era el que nos hacía enojar y después no hacía reír, siempre era el que hacia de todo, yo tengo el recuerdo de su sonrisa imborrable”.
“Agradezco esta nota porque muy pocas veces se sabe qué pasa de este otro lado, nosotros tenemos familias, hijos, maridos, hermanos, padres, madres, y lo sufren con nosotros, en silencio porque nos apoyan pero cuando salimos de nuestras casas no sabemos con lo que nos vamos a encontrar”.
“Nuestros compañeros también, mientras nosotros estábamos heridos en el hospital y otro había fallecido, ellos la siguieron luchando, siguieron en la investigación, siguieron llevando detenidos. Todos estuvieron siempre, nos mandaban mensajes, nos mandaban saludos.
La gente me pregunta que voy hacer ahora y yo les digo que voy a seguir, por algo dios me dejó acá”, aseguró la mujer policía.
“Realmente la pasé mal, ese día en el momento del hecho, yo me veía que tenía sangre pero pensaba en Gabriel, los dos arriesgamos porque ni yo lo iba a dejar a él, ni él me iba a dejar a mi. Si yo hubiera entrado primero él hubiera hecho lo mismo”.
“Realmente fue de película, yo no había visto nada hasta que observé las cámaras de seguridad, lo miro y no lo puedo creer, lo veo y pienso que no puede ser, que eso no me puede haber pasado a mí”.
“Dolió que se haya detenido a un compañero, dolió porque estuvo en juego la vida un compañero pero por otro lado hay que limpiar, todo esto no tiene que estar nosotros, si queremos que las cosas salgan bien no lo tenemos que tener al lado nuestro”, señaló Melgar con respecto a la detención del policía Manuel Frías.
Fuente: SanPedroInforma.com.ar