En la noche del jueves se produjo un robo de espectaculares características en calle Canapino de Villa Sanguinetti, con la familia de Guillermo Sbuttoni como víctima.
Aproximadamente a las 20, cinco delincuentes vestidos con ropa de La Serenísima (firma para la que distribuye Sbuttoni), ingresaron a la quinta de su propiedad y redujeron con armas de fuego a los integrantes de la familia, quienes se encontraban en la vivienda.
Al mismo tiempo, a medida que los camiones de distribución iban llegando al lugar, los delincuentes los abordaban, reducían a los conductores y les robaban la recaudación a punta de pistola.
Los chorros, muy preparados y decididos, ataron a todos y los metieron dentro de la casa, para seguir robándose cosas.
Se llevaron una importante suma de dinero, televisores, notebooks y otros objetos de valor, que cargaron sobre una camioneta Ford Ranger doble cabina de color negro en la que se movilizaban los delincuentes.
Luego se dirigieron a una vivienda vecina e irrumpieron contra sus habitantes, quienes llegaban en ese momento. Allí se vivió el momento de mayor violencia, registrándose golpes, forcejeos y disparos de armas de fuego, uno de los cuales hirió cerca de un ojo a uno de los vecinos.
Otro de los vecinos vio recién los últimos movimientos y corrió hasta la casa de Sbuttoni a avisar que algo serio estaba pasando, pero cuando ingresó fue reducido por un delincuente que le colocó unas esposas y lo encerró junto con los demás, tirados en el suelo y con sus manos atadas con precintos.
No se sabe por qué motivos (se supone que habían perdido la llave), los chorros aparentemente incendiaron la camioneta en la que se movilizaban, se escuchó una serie de disparos y huyeron en la camioneta de Guillermo Sbuttoni, una VW Amarok.
Cuando llegaron los Bomberos Voluntarios, a sofocar el incendio, y la Policía, el grave golpe ya había terminado. Dentro de la Ranger incendiada se encontraron quemados todos los objetos que se habían sacado de la casa y hasta el dinero en efectivo.