En los últimos meses el m3 se encareció y la nafta se mantuvo. Pero la conversión ahora se paga en 24 cuotas.
La nafta había arrancado el año a puro aumento y la necesidad de ahorro se tradujo en un pico de conversiones de vehículos al Gas Natural Comprimido (GNC). Desde mayo, sin embargo, el precio del litro de nafta quedó “congelado”, mientras que el del metro cúbico (m3) trepó fuerte. Entonces, surge la pregunta: ¿resulta aún conveniente invertir en instalarle al auto un tanque de gas?
En el sector del GNC no dudan en responder que sí: que con la nueva ecuación, quienes empiezan a usar este combustible alternativo siguen consiguiendo un gran ahorro al circular, capaz de hacerles recuperar rápidamente lo pagado para adaptar el coche.
¿En qué se basan? En primer lugar, en que pese a las subas recientes (20 a 30% en mayo y 5% en agosto), 1 m3 de GNC sigue costando un 60% menos que 1 litro de nafta súper, y rinde casi 14% más (permite recorrer más kilómetros).
En segundo lugar, argumentan, los equipos acaban de volverse más accesibles, ya que desde este mes la gente puede financiarlos con tarjeta de crédito en 24 cuotas fijas del nuevo plan oficial Ahora 24. Cuotas que se terminarán de pagar en septiembre de 2023. Antes lo máximo eran 18 pagos.
“Es cierto que el GNC aumentó, pero la ecuación sigue siendo buena y las conversiones no mermaron. Julio fue un muy buen mes y agosto está cerrando con niveles de actividad casi iguales”, aseguró Horacio Magrath, presidente de la Cámara Argentina de Productores de Equipos Completos de Gas (CAPEC).
“Esto no es una opinión, es matemático. La gente saca las cuentas, ve que puede ahorrarse fácilmente $ 5 por kilómetro y que ese mismo ahorro le paga las cuotas del equipo. Si usa el auto todos los días, no lo duda”, agregó.
En julio, según datos del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), se registraron 11.648 instalaciones en todo el país, un 46% más que en el mismo mes del año pasado. Esto equivale a un ritmo de 375 conversiones por día o de 1 cada 4 minutos.
Los costos de circular con nafta y con GNC, frente a frente
El precio del m3 de GNC puede variar bastante dependiendo del barrio, de la estación de servicio elegida e incluso del horario (ya que algunos puntos de venta bajan sus valores por la noche). Además, cargar gas suele ser más económico en Capital que en el GBA y el Interior.
En la Ciudad de Buenos Aires, tras los aumentos recientes, se puede cargar GNC pagando casi $ 40 por m3 en algunos surtidores, aunque en otros aún puede conseguirse a $ 34. La mayoría se ubica en torno a $ 37.
La nafta súper, en tanto, lleva ya un trimestre a $ 90,40 por litro en las estaciones de servicio porteñas de YPF; y la premium, a $ 104,80. Así, 1 m3 de GNC cuesta ahora un 59% menos que 1 litro de súper de YPF y casi un 65% menos que 1 litro de premium.
Teniendo en cuenta además el mayor rendimiento del m3, se puede calcular que para un auto grande, que consume 10 litros de súper cada 100 kilómetros, andar a gas genera un ahorro de $ 5,77 por kilómetro.
De esta manera, por ejemplo, para quien acostumbra a cargar 150 litros al mes (tres tanques), en Capital, el gasto en combustible puede caer de $ 13.600 a menos de $ 4.900. Unos $ 8.700 de ahorro al mes.
Asimismo, con los precios actuales, el ahorro anual proyectado asciende a $ 86.550 si se recorren 15 mil kilómetros (o 41 km por día); es de $ 122.400 haciendo el doble de distancia; y alcanza los $ 183.400 con 30 mil kilómetros.
Cuánto cuesta hoy una conversión a GNC: precios y montos de las cuotas
La última parte del análisis consiste en comparar estos ahorros posibles con la inversión necesaria para obtenerlos, para determinar cuán rápidamente se podría recuperar.
En la CAPEC indican que la conversión de un vehículo -práctica que demanda unas pocas horas- actualmente está costando en promedio unos $ 80 mil, lo que incluye el equipo completo y la mano de obra de la instalación.
Según Magrath, eligiendo un tanque de 60 litros cuesta alrededor de $ 85 mil pasarse a GNC. Y con un tanque de 40 litros, de menor autonomía, unos $ 77 mil.
Así, de mantenerse los precios actuales de los combustibles, quien hace 15 mil kilómetros por año y carga súper tardaría menos de un año en recuperar lo invertido. Y quien hace 30 mil km anuales, menos de un semestre.
Pero además, la conversión se puede abonar en cuotas fijas de los planes Ahora 12, Ahora 18 y Ahora 24. Un equipo de 40 litros, así, se puede conseguir en 12 pagos de $ 7.600, en 18 pagos de $ 5.400 o en 24 pagos de $ 4.400.
“Ya haciendo 900 kilómetros por mes -30 km por día-, que es algo a lo que llega cualquiera que use el auto diariamente para ir a trabajar, el ahorro supera la cuota“, cierra Magrath.
Lo que se debe saber antes de dar el paso: pros y contras del GNC
El GNC se busca principalmente para ahorrar, pero tiene otras ventajas. Se destaca por ser una tecnología más limpia. Y pese a lo que muchos aún piensan, los fabricantes afirman que no daña el motor y ofrece una experiencia de conducción muy similar a la de la nafta.
Como principales puntos en contra, eso sí, habrá que resignarse a perder espacio en el baúl (donde se instala el tanque), y a pasar por la estación de servicio hasta tres veces más seguido, debido a la menor autonomía.
Como referencia se toma que un tanque de GNC económico, de 40 litros, tiene una autonomía similar a la de 10 litros de nafta. Y un equipo con 60 litros de capacidad necesita ser recargado tras recorrer lo que rinden 15 litros de nafta.
El tanque puede ocupar un tercio del espacio de un baúl grande o la mitad de uno pequeño. Foto: Guillermo Rodríguez Adami.
Por otra parte, esas recargas deberán hacerse en una red de estaciones más chica: son ahora unas 2.031 en todo el país. Y una vez por año el auto convertido deberá ser llevado a un taller para que le hagan una revisión obligatoria.
Tanto la instalación del equipo de GNC como sus revisiones anuales deben hacerse únicamente en los talleres habilitados por el Enargas, que pueden consultarse en este sitio oficial.
En el país, que tuvo en 1984 su primera estación de servicio de GNC, hay actualmente 1.735.778 vehículos habilitados para cargar este combustible, de los cuales el 50% (877.074) están en Capital y Provincia de Buenos Aires, un 16% en Córdoba y otro 7% en Mendoza.
Fuente: Martín Grosz (Clarín)