El 25 de marzo de 2024, la Municipalidad de Arrecifes informó que “el intendente Fernando Bouvier recibió de representantes de la comisión de la Asociación del Hogar Coraluz las llaves del predio denominado El Campito, efectivizándose, tras la firma del convenio en el marco del expediente administrativo Nº 217769 iniciado el 14/12/23, la restitución a la Municipalidaddel terreno y el inmuebles ubicado a la vera de ruta 8.
A la espera de que quien desarrollaba una actividad comercial en el lugar retire sus pertenencias, tras vencerse el plazo estipulado para tal fin, se comenzará con los trabajos de reacondicionamiento de ese sector”.
Días antes, el 5 de marzo de ese año, en la asamblea de apertura de sesiones del Concejo Deliberante, el Intendente anunció la recuperación del predio (es municipal) y que iba a ser destinado a la creación de un centro de salud mental.
En abril, la titular del restaurante El Sol, que funcionaba allí alquilando el lugar al Hogar Coraluz, fue obligada a desalojarlo “con urgencia” y retiró todo lo que tenía (menos algunas cosas que le habían robado) y El Campito quedó a total disposición de la Municipalidad.

El lugar estaba en perfectas condiciones (de hecho, funcionaba un conocido restaurante, con lo que ello exige). Hoy pasado casi un año y medio, no se hizo nada en el lugar; ni siquiera se mantuvo ni se custodió. De la edificación se robaron casi todo lo que quedó, hasta chapas del techo y tirantes.
Un excelente predio público se convirtió en un inmueble abandonado y devastado, por desinterés e inacción de las autoridades; además de un perjuicio económico millonario para los vecinos de Arrecifes.









