BUENOS AIRES, (NA) – El dólar blue se llegó a disparar este martes hasta los $422, en una jornada cambiaria de alta volatilidad que obligó a algunas cuevas de dejar de operar.
De este modo, la divisa informal acumula, hasta el momento, una suba de más de $20 en las últimas dos jornadas.
La brecha con el dólar mayorista oficial se ubica en 94,1%. En la jornada anterior había anotado hacia el final de la rueda un fuerte salto que representó su mayor suba diaria en un mes cuando llegó a los $ 400.
En lo que va del año, el blue aumenta $66, después de cerrar 2022 en $346.
LOS IMPULSOS
La alta inflación, la desaparición de la oferta de dólares por parte del turismo y la implementación del “dólar agro”, están impulsando el rebote de la divisa marginal según los operadores del mercado cambiario.
El dólar blue rebotó ayer hasta los $ 408 y este martes llegó a cotizar en el nuevo récord intradiario de $ 422, con muchas “cuevas” del microcentro porteño cortando la operatoria por la volatilidad de la divisa, que sobre el cierre de la rueda había bajado a $ 418.
Algunos operadores indicaron la gente, con la necesidad de cubrirse ante la alta inflación del 7,7% de marzo, busca refugio en la divisa marginal para no perder poder adquisitivo.
El alto costo de vida está obligando al Gobierno a acelerar la devaluación del peso y también impulsa la suba del dólar paralelo.
Desde diciembre pasado desapareció el turismo como oferta porque empezaron a usar la tarjeta de crédito al dólar MEP y solo quedó la operatoria de quienes van vendiendo un poco al mes para protegerse de los precios en pesos, y además cuando sube un poco la demanda del “chiquitaje” el valor del marginal se dispara.
Explican los operadores que el mercado del dólar blue es muy chico, que tarde o temprano sigue la dinámica de los dólares financieros que, por volumen y transparencia, reflejan hacia dónde va la demanda y la oferta, a pesar de todos los esfuerzos e intervenciones parciales que realiza el Gobierno.
El aumento del dólar blue se produce en momentos en que el Banco Central comienza a comprar divisas desde la implementación del dólar agro, lo que aumenta la emisión monetaria y tiene su correlato en un aumento de la inflación.
Por cada dólar que compra el BCRA implica una emisión extra de $ 100, por la diferencia entre lo que paga el banco a los productores ($ 300) y el tipo de cambio oficial que entrega a los importadores.
Para los operadores también se suma el componente político y la crisis económica, y la gente comienza a inclinarse por una cobertura pre-electoral en dólares ante lo incierto de la situación económica.