El último sábado, en calle Yrigoyen 23, de barrio Palermo, un sujeto se encontraba ocasionando disturbios. La Policía llegó al lugar en momentos en que el tipo estaba golpeando con un hierro la puerta de una rotisería y amenazando a Graciela Canevari, domiciliada en ese lugar.
Los efectivos lo detuvieron y comprobaron que tenía pedido de captura activo con fecha del 16 de octubre del 2007.
Por lógica, un sujeto con pedido de captura que anda suelto, cometiendo un delito y es detenido, como mínimo tiene que ir de cabeza a la cárcel. Pero no. La Justicia dispuso que recupere su libertad nuevamente. ¿?
¿Estamos jugando al policía y al ladrón? El pedido de captura sigue activo. ¿Los largan para que los pobres policías tengan que salir a buscarlo de nuevo? ¿Para qué piden la captura entonces? No se entiende nada.