Desde el inicio de la pandemia y hasta hace 10 días, en los casos positivos de Covid-19 detectados en Arrecifes prevalecía el contagio por contacto. Esto significa que quien adquiría la enfermedad lo hacía de determinada persona con la que se compartía relación de familia o de trabajo, en lo que se denomina “contacto estrecho”.
Hoy ese índice fue ampliamente superado por el contagio comunitario, que representa una muestra de falta de responsabilidad social.
El contagio comunitario en Arrecifes al 4 de septiembre alcanza el 47,3%. Y si lo sumamos al 13,2% de positivos que aún tienen en investigación su origen, tenemos un 60% de arrecifeños que adquirió la enfermedad en la calle, en reuniones o no sabe dónde.
En cambio, el contagio por contacto disminuyó al 33,5%.
Esta es una clara muestra de que la cuarentena efectivamente y definitivamente sirvió. No está mal abrir las distintas actividades laborales, que son estrictamente necesarias, pero el hecho de relajarnos individualmente no adoptando los recaudos correspondientes nos ha llevado a multiplicar rápidamente los casos.
De hecho, no se conocen contagios en bares, restaurantes y lugares de esparcimiento público que solemos estigmatizar. La mayoría son de reuniones privadas (las clásicas juntadas o asados) y hasta se han dado en sepelios y encuentros religiosos.
Estamos a tiempo de cuidarnos más y que esta tendencia creciente de contagio comunitario no siga aumentando y lleguemos a tener que lamentar la saturación de nuestro sistema de salud.