Continuando con la obra de ‘embellecimiento’ de calle Ricardo Gutiérrez, la Municipalidad de Arrecifes colocó algo que se conoce como “topes viales”, unas piezas bajas, de color amarillo, hechas en PVC o polipropileno.
Su función principal es alertar sobre la existencia de los bolardos y a la vez generar un límite físico suave para que los autos no los choquen al estacionar.
Al ser bajos y redondeados, si un vehículo los toca no daña la carrocería como un borde de hormigón, pero sí avisa con la vibración.
Si bien es dificultoso verlos cuando una persona está dentro de un vehículo maniobrando para aparcar, se van a sentir cuando las ruedas hagan tope contra esos cositos amarillos, evitando que el auto llegue a tocar los bolardos.









