Palermo aplastó a Villa Sanguinetti por 4-1 en el clásico de ruta 8 y se clasificó para la final de la Liguilla contra Todd. Uno de los dos será el campeón del Apertura.
Villa arrancó apretando bien arriba y ahogando a Palermo. Con mucha intensidad, los de Gabilondo no le permitían al Cervecero manejar la pelota y salir con claridad de mitad de cancha en adelante.
Pero no le costó demasiado tiempo a los de Mingo Alfaro acomodarse, asentarse y empezar a superar esa presión. Sólido en el fondo, con una línea de cuatro impecable, y con los volantes de buen pie con los que cuenta, empezó a marcar diferencias e imponerse en el juego.
Entre Brian Geoghegan, Facundo Maurizi, Owen Silva y Leandro Blanco se adueñaron de la pelota para dársela a Gonzalo León, que volvió loca a toda la defensa villense.
Los goles no tardaron en llegar. El primero, de gran factura, con una brillante acción de Maurizi llegando al fondo por izquierda para cruzarla a la cabeza del Loco Wuitrich, quien se la bajó a León en el centro del área y el pibe goleador no perdonó.
El segundo fue otro golazo, aunque esta vez exclusivo mérito individual de Geoghegan, que sacó un bombazo desde fuera del área subiendo por la izquierda y la clavó cruzada en el ángulo izquierdo de Díaz.
Apenas iniciado el complemento, otra vez León puso el 3-0 y liquidó el duelo. El descuento de Matías Fratino, un minuto después, fue anecdótico.
El segundo tiempo sobró, con un Palermo muy superior y aumentando la diferencia sobre el final con el ingresado José Dominé.
Llegaron a la final de la Liguilla los dos mejores, sin dudas, y se espera una definición apasionante entre el invicto Todd y un Palermo que en las últimas fechas mete miedo.