Ayer por la tarde, un llamado de emergencia generó que Bomberos salieran de inmediato a sofocar un incendio que se había generado en el barrio porteño de Palermo. Parecía un siniestro más. Pero la sorpresa llegó una vez que las llamas fueron controladas por los servidores públicos de la Ciudad de Buenos Aires.
En el interior del departamento afectado, ubicado en el piso 15, guardados en los armarios de una de las habitaciones, había 70 armas cortas, 19 fusiles, seis granadas (al menos una con la inscripción de Montoneros) y cuatro proyectiles de mortero.
El incendio tuvo lugar en Salguero 2244, a tres cuadras del shopping Alto Palermo, una zona muy transitada. Los bomberos del cuartel de Recoleta llegaron hasta allí luego de recibir una alerta. Al sofocar el fuego y proceder a revisar el departamento, se encontraron con un arsenal de guerra, informaron a LA NACION las fuentes policiales consultadas. De manera inmediata, dieron aviso a la comisaría vecina 14 A que, efectivamente, encontró en una habitación armas cortas y largas.
Ante el peligro que podrían originar las granadas, que habían sido sometidas indirectamente a las altas temperaturas del incendio, se requirió la asistencia del Escuadrón Antibomba para su manipulación, por lo que durante un tiempo el edificio debió ser desalojado por precaución.
“Se evacuó el inmueble y parte de la cuadra hasta que el escuadrón inactivó los explosivos. Dos de ellos, de aparente fabricación irregular, estaban activos en ese momento, pero se los aseguró (no fueron detonados) y ya fueron trasladados”, explicó el comisario Matías García, del Departamento de Lucha contra el Crimen Organizado, en rueda de prensa. El efectivo le transmitió tranquilidad a los vecinos del edificio. “La situación está controlada. No hay ningún tipo de riesgo”, dijo.
Según pudieron averiguar los investigadores, el propietario del inmueble no se encontraba en el lugar al momento del incendio, pero ayer se hizo presente en el departamento una representante legal del dueño. Según pudo confirmar LA NACION, la casa pertenece a la familia Mochkovsky, fundadora de la tradicional casa de juegos electrónicos Sacoa, fundada a fines de los 60 en la ciudad balnearia de Mar del Plata. Jorge, el padre de familia, de 76 años, se encuentra actualmente fuera del país.