La noticia, durísima y muy difícil de creer, se conoció en la mañana de hoy. Una persona se había quitado la vida en su domicilio de barrio Palermo. Enseguida se confirmó que se trataba de Fernando Bernasconi, conocido desde pequeño y por todos como “Poroto”.
Tenía 53 años de edad (26/11/64) y era integrante de una tradicional y apreciadísima familia de Arrecifes y de ese barrio.
Hace menos de un año Poroto hacía pública su alegría y emoción de ser abuelo por primera vez ante la llegada de Luna. Por Facebook, a la vez, bromeaba: “Vamos carajo soy abuelo q viejo choto q estoy!!!!! Vamos bernardo”.
Enorme jugador de fútbol en su época, temible delantero como lo es hoy su hijo Bernardo, Poroto se destacó por ser un buen tipo, de bajo perfil, amigo de sus amigos, de los de siempre, de los del barrio, de los que empezaron a jugar a la pelota con él desde niño.
Precisamente dos de sus mejores amigos, de ese grupo de leales por casi medio siglo, lo esperaban anoche para cenar. Pero Fernando no fue. A la tarde tampoco había cumplido con su trabajo habitual de comisionista ni atendió el llamado de sus clientes.
Esta mañana una persona muy cercana recibió un mensaje de él que le pareció extraño, y se preocupó. Enseguida dio aviso a estos dos amigos: José Vidal y el Negro Gratarola, que salieron a buscarlo. Fueron a su casa, la de sus padres, la de Benito, y se encontraron con la terrible y temible realidad: Poroto se había quitado la vida.
Dolor, conmoción, tristeza, sorpresa, impotencia… Sentimientos que se juntan en todos quienes lo conocimos ante esta noticia muy difícil de entender y de aceptar.
Solamente respeto a su memoria y a su familia. Y el cálido y afectuoso recuerdo hacia quien fue una excelente persona. Que descanse en paz.