El Gobierno nacional anunció, sin que varíe el monto de la cuota mensual que se paga en la actualidad, la duplicación del tope de facturación anual para que los contribuyentes puedan permanecer en el régimen simplificado del Monotributo y, además, decidió girar a las Obras Sociales sindicales aportes adicionales de 1.900 millones de pesos anuales.
Los anuncios se realizaron en una nueva reunión encabezada por la presidenta Cristina Fernández con empresarios y gremialistas en la Casa Rosada, en el marco de la convocatoria lanzada tras la derrota del oficialismo en las elecciones primarias de agosto pasado.
Los cambios en el Monotributo y en las transferencias a las Obras Sociales se suman a las modificaciones en el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, las tres medidas reclamadas por sindicalistas y dirigentes de la oposición.
En el encuentro llevado a cabo en Casa de Gobierno, el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, anunció que a partir del 1 de setiembre el tope de facturación para los contribuyentes que prestan servicios pasa de 200 mil a 400 mil pesos y los dedicados a venta de bienes muebles de 300 a 600 mil pesos, para continuar en el sistema simplificado de monotributo.
La suba de los límites máximos de facturación anual del monotributo era esperada por los pequeños y medianos empresarios que, por la inflación, se veían obligados a pasar al régimen de Autónomos, lo que les implicaba un pago impositivo mayor.
Con el aumento en los topes de facturación para las categorías más altas, se modifican también las demás escalas, por lo que la Categoría B, que es la más baja (en 2010 se unificó con la A), es para quienes facturan hasta 48.000 pesos (antes era hasta 24.000 pesos anuales); la C, hasta 72.000 pesos; la D, hasta 96.000 pesos; la E, hasta 144.000 pesos; la F, hasta 192.000 pesos; la G, hasta 240.000 pesos; la H, hasta 288.000 pesos y la I, hasta 400.000 pesos.
Las otras tres categorías, exclusivas para la producción de bienes, son la J, hasta 470.000 pesos anuales; la K, hasta 540.000 pesos; y la L, hasta 600.000 pesos.
Se advirtió que quienes “superen” los límites máximos de facturación o los parámetros de metros cuadrados utilizados o energía consumida (que se mantienen sin cambios tal como regían hasta ahora), deben pasarse al régimen de Autónomos.
Por otra parte, la superintendenta de Salud, Liliana Korenfeld, anunció un incremento de 1.900 millones de pesos anuales en el aporte estatal que se realiza a las obras sociales sindicales para la atención médica a sus afiliados.
A través de una multiplicidad de programas, Korenfeld precisó que, con este aumento, las obras sociales sindicales recibirán el año próximo un total de 6.500 millones de pesos, por atender a jubilados, monotributistas y empleadas domésticas.