En la tarde del miércoles, delincuentes ingresaron a la casa de la docente Claudia Erlín, ubicada en Barrio Obrero, en momentos en que nadie se encontraba en la vivienda.
Aparentemente, escaparon al llegar la hija de Claudia a la vivienda y no pudieron llevarse muchas cosas.
Aproximadamente a las 18, la chica salió de la escuela y llegó a la casa, pero no pudo entrar porque se encontró con la puerta trabada. Llamó a su madre para que le abra, creyendo que se encontraba dentro, pero Claudia no estaba allí.
Alertada la policía, se hizo presente en el lugar y comprobó que desconocidos habían ingresado a la casa, dejando todo revuelto y llevándose algunos objetos personales. Otros quedaron allí, separados como para robárselos, pero aparentemente la llegada de la hija los obligó a huir antes de tiempo.
Además, se encontraron manchas de sangre producto de la rotura de un vidrio efectuada por los delincuentes.