Dolores de cuello y espalda, contracturas, desviaciones de columna y otros trastornos que pueden sufrir los niños que cargan con mucho peso.
En el marco de la vuelta a clases, el pasado miércoles habló la Licenciada Ana Alderete, Coordinadora de la carrera de Kinesiología y Fisiatría de la Universidad Católica Argentina de La Plata (UCALP) y ex Jefa del Área de Kinesiología del hospital de Niños Sor María Ludovica, para reflexionar sobre los daños que pueden ocasionar en los niños las mochilas mal armadas y demasiado pesadas.
“Uno de los riesgos es que contribuye a que haya contracturas en los chicos y esos lleven a una desviación de su columna”, señaló. Según la especialista, la carga de la mochila no puede exceder más del 15% del peso corporal del niño, y además tiene que estar bien repartido, y caer sobre la zona lumbar.
Para ello se recomienda el empleo de las mochilas que cuentan con cintas ajustables a los costados, las cuales permiten centralizar el peso en la zona apropiada, y de correas anchas, para que no lastimen los hombros.
Destacó que, las mochilas con rueditas son útiles pero también tienen que tener un peso controlado, el cual no puede superar el 20% del peso corporal del niño.
Las consultas infantiles al kinesiólogo más frecuentes están vinculadas con este tipo de problema. “Tenemos chicos de cinco años que llegan al consultorio por orden del médico con grandes contracturas en el cuello o por desviaciones de columna, producto de la mala postura y del mal uso de la mochila”, resaltó.
Fuente: diariohoy.net