Roberto De Virgilio y Luis María Bisso cumplieron el pasado 2 de febrero 30 años en la recolección de residuos domiciliarios en Arrecifes. Éste es uno de los mejores servicios con los que cuenta nuestra ciudad, producto de la dedicación y responsabilidad de estos dos socios que, en tres décadas, no faltaron ni un sólo día a cumplir con su tarea.
“Nosotros nos dedicábamos a otra cosa, hasta que en 1982 salió la licitación de la Municipalidad y decidimos presentarnos. Compramos dos camiones volcadores usados y arrancamos. Era una inversión de cierto riesgo, porque además tuvimos que montar un galpón en el basural para juntar los cartones y no teníamos experiencia en el tema”, cuenta Roberto, conocido como Ramón.
“Empezamos manejando cada uno un camión y hoy seguimos de la misma manera, pese a que las horas de trabajo y los kilómetros recorridos son muchos más; sólo incrementamos un poco el personal. La ciudad se ha extendido mucho, hay barrios que antes no existían; creo que la mayoría de la gente que sólo se mueve por el centro no tiene ni idea de lo que ha crecido Arrecifes”, agrega el Topo Bisso.
Actualmente trabajan once horas diarias cada uno, recorriendo hasta los últimos rincones de la ciudad con sus camiones. “Aparte, trabaja un tercer camión recogiendo la basura en La Cumbre. Es de Chilín Gómez, que no está asociado a nosotros pero cumple un gran trabajo”, explican. “La Cumbre es un ejemplo de lo que creció la ciudad: en ese barrio antes se juntaba la basura en 40 minutos y ahora demanda tres horas. También, cuando empezamos con este trabajo juntábamos dos camiones de basura diarios en toda la ciudad y hoy completamos cinco por día”, cuentan.
Salvo los domingos, trabajan todos los días; inclusive los feriados. “Son muy pocos los feriados que no trabajamos. Esto se implementó desde que el Daniel Bolinaga es intendente, ya que nos pide que juntemos la basura esos días también, porque la cantidad es cada vez mayor. Estamos recogiendo 16.000 kilos diarios, aproximadamente medio kilo por persona. Y en el verano el trabajo aumenta muchísimo: se saca mucha más basura a la calle que en invierno”, relata De Virgilio.
“Épocas difíciles hemos tenido muchas. Es un negocio difícil de manejar y no siempre muy rentable, porque en Municipalidades chicas como la nuestra no existe un gran presupuesto para afectar a este servicio. Tuvimos un serio problema en 2009, cuando no podíamos pagar nuestros empleados, pero el intendente Bolinaga le buscó la solución para que pudiéramos seguir trabajando y nos puso personal municipal”, añade Ramón.
“En ese momento yo me había quedado sin trabajo -se suma Bisso al tema-, estuve dos años parado. Hasta que hablé con el Intendente y él me dijo que me iba a dar una mano. Y cumplió. Si bien nunca tuvimos problemas con ningún intendente, yo le estoy enormemente agradecido a Daniel Bolinaga. Todos saben que soy radical de alma; al Comité le he dado más horas de mi vida que a mi propia familia. Pero no tengo empacho en decir que Daniel es el mejor intendente. Sigo siendo radical, pero soy radical de Bolinaga”.
De Virgilio y Bisso coinciden en no dejar pasar la oportunidad para hacer dos agradecimientos importantes: “A los muchachos que trabajan con nosotros, que se sacrifican de verdad; no es un trabajo fácil andar corriendo detrás de un camión juntando basura por toda la ciudad. Y también a Fernando Ciongo, el secretario de Servicios Públicos, quien constantemente colabora con nosotros y nos soluciona todos los problemas que podamos tener. Da gusto trabajar con gente como él”.
Para finalizar, nos dejan alguna anécdota que les ha tocado vivir en esta tarea que cumplen desde hace 30 años: “Varias veces nos han llamado para buscar dentaduras postizas que sin querer se fueron con la basura. Y tuvimos que ir al Basural a abrir las bolsas y buscarlas; casi siempre las encontramos. También hemos encontrado chequeras tiradas, que por supuesto devolvimos”.